Entre la gente que he conocido en Hyderabad está un francés que trabaja en mi oficina. Vincent, además de ser muy inteligente, toca el violín y a veces practica con Timothy, un pianista de aquí. Este fin de semana he pasado mucho tiempo con ellos, sin decir mucho y sólo escuchandolos tocar.
Era justo lo que necesitaba para reflexionar sobre varias cosas que no había tenido tiempo de pensar. Siento que desde Sedesol han habido muchos cambios en mi vida que no acabo de procesar: renunciar al trabajo, la tesis, primer año de la maestría, examenes finales, la India, y muchas nuevas personas que han entrado y salido de mi vida durante este tiempo.
Pero además de sucesos recientes, el hecho de estar en Hyderabad en una casa vieja de una familia de músicos, escuchando a alguien tocar el piano mientras veo libros o pienso en cosas varias me hizo volver a un momento en mi vida donde durante más de dos años eso hacía varias veces a la semana. Esto ha traido mucho recuerdos de esa etapa, pero también de otras épocas, y creo que es muy atinado justo antes del cumpleaños auspicioso. Me di cuenta que es en momentos así, de estar en silencio pensando en cosas que van más allá de mi y de la inmediatez, cuando más soy yo misma; y a pesar de haber cambiado mucho desde esa época (cinco años no pasan en balde), me hacen falta espacios así. Pero en definitiva me siento mucho más aceptante de los 29; supongo que al ver todo el camino recorrido hacen sentido y son bienvenidos.
i know what you're talking about...
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