domingo, 19 de abril de 2009

Renovación Primaveral


19 de abril! y no había vuelto a escribir... 3 largos meses. 3 largos meses de invierno que te hacen apretar el cuerpo cada vez que sales por la puerta.

Pero la primavera llegó. Primero se descongeló el río y dejó de haber montañas de nieve en las banquetas. Poco a poco aparecieron pájaros que cantan en mi ventana en la mañana. Ha ido cambiando la luz; volivéndose más fuerte, marcando los contornos de las cosas y deshaciendo esa bruma invernal.

En las últimas dos semanas han aparecido las flores. Flores brillantes y árboles de flores. Flores delicadas y efímeras que permanecen en el aire con cada pequeño soplo de viento. Flores que en otro par de semanas darán paso a las hojas verdes y a otras flores más toscas que soporten el calor del verano.

Me gusta creer que esta renovación y renacimiento también sucede dentro de mi. Que ese ir soltando el cuerpo conforme mejora la temperatura es como esas pequeñas hojas que se estiran para sentir el sol. Que tantas cosas bajo la superficie tienen la capacidad de florecer.

Pero siempre acechan las heladas en estos días. Hay que cuidarse de ellas y sus efectos nocivos. Y saber también que no son más que eso: una helada temporal que no puede frenar el proceso primaveral. Saber que las lágrimas son la lluvia que permite a esos árboles reverdecer, y que las plantas no necesitan de los pájaros ni del viento para florecer, sólo del tiempo.