martes, 25 de septiembre de 2012

Adiós profesor

Leyendo tanta cosa de Alonso Lujambio, me acabo de acordar que cuando me cambié de carrera y fui de oyente al Itam (por que ahora sí iba a hacer bien las cosas, iba a investigar que en efecto eso quería, porque como me dijo FG cuando avisé mi decisión de dejar arquitectura: "es la única vez"), él daba Intro a la Ciencia Política. Me acerqué y le expliqué que estaba haciendo allí y pregunté si podía entrar a su clase. Me fascinó. Después de año y medio yendo a clases de dibujo y remediales en el Tec fue toda un revelación. Como han estado recordando, su pasión al dar clase, sus dotes histriónicos, su profunda creencia que las reglas importan, que si tenemos las reglas correctas las cosas pueden ser mejores. Si no ese mismo día, al siguiente me inscribí al Itam a CPol para el semestre primavera 2002. Después vendría la economía y todo lo demás, pero gracias a Lujambio entré al Itam.
Desilusión cuando el siguiente semestre no dio Intro a CPol, pero ya vendría Comparada I, posiblemente la mejor clase de mi carrera. Y la más divertida. Como olvidar a todas las enamoradas de Lujambio (me incluyo), pero sobre todo a las más lanzadas y verlo a él riéndose por dentro. Me acuerdo de dos de sus actuaciones favoritas que decía quería hacer en un corto: el dedazo y el votante marginal.
Ha sido muy conmovedor este día leer de sus alumnos durante 20 años como los influenció, los impulsó a ser politólogos: colegas. Adiós profesor.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Saudades de juventud

Hoy busqué un correo en gmail y me topé con un par de mails de 2008 que me trajeron demasiados recuerdos...  tantas posibilidades que se quedaron a medias, ese sentimiento de atracción y libertad que pocos meses después se encerró en una cueva (y no estoy segura aún que haya regresado). Invitaciones a ver las estrellas y a visitar SF y todo lo mande a volar. Supongo que esas son las apuestas que hacemos con el corazón, aunque al final se rompa. No puedo evitar entrar en un ciclo de "y si...?". A veces me gustaría tener 9 vidas. Tal vez más. O tal vez solamente volver a tener 26 o 28 años.

martes, 7 de febrero de 2012

¿Por qué es tan corta la palabra ?

Debería ser la más larga

la más difícil

como para que no pudiera decirse en un instante

como para que –después de pensarlo un poco–

pudiéramos detenernos a la mitad.


-Vera Pavlova (Traducción Isabel Zapata)