No puedo creer que voy a cumplir 29 años. Hay cumpleaños que me emocionó cumplir, pero otros (como este) que los siento totalmente ajenos. Siempre que hay un cumpleaños o algun otro tipo de fecha que marca el tiempo es inevitable voltear hacia atrás y ver el camino recorrido.
Cuando cumplí 19 años tampoco me gustó. No me identificaba con esa edad. Acababa de terminar prepa y no sabía que iba a hacer con mi vida. Sabía que me iba a Suiza un año, lo que me asustaba un poco, y nada más. Creía que quería estudiar arquitectura y que estudiar política en el Itam era de intelectualoides (ja!). Acababa de pasar mi graduación de prepa que creo es una de las noches más vergonzosas de mi vida (esa historia algún día la contaré). Era un momento en que no estaba contenta conmigo y con mi vida, donde lo que pensaba que quería ser no era lo que era y me sentía profundamente inadecuada. Fue un verano difícil.
Hoy no me siento así. Estoy muy contenta con lo que estoy haciendo y este verano promete ser fenomenal. Sigo sin saber exactamente qué quiero hacer, pero al menos he reducido el campo de acción. Pero los 29 pesan. No sé que hacer con ellos. Es el tipo de situación donde pienso en alguien de 29 años y es alguien que no soy yo. A ratos me tengo que decir: "Tienes 29 años". Pero suena tan ajeno... Supongo que día a día ire entrando en ellos.
No tengo ganas de celebrar.
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