En 1928 Henry Ford estableció Fordlandia, una ciudad pre-fabricada en medio del Amazonas junto al Río Tapajos para asegurar la provisión de caucho para sus fábricas. En ese momento existía un monopolio en la producción de caucho en Asia (establecido después de que en 1860 un grupo sacó de contrabando semillas de ese árbol de Brasil y las plantó en el sureste asiático) y era demasiado caro para su producción comprar ahí.
Escogió Brasil pensando que los árboles eran originarios de esa región, así que qué mejor lugar para una plantación? Pero en realidad, los predadores naturales de la planta también están en Brasil, más no en Asia, así que sus competidores tenían ventaja. Además, no contrató especialistas en el clima y vegetación de la selva, suponiendo que sus ingenieros podrían desarrollar la plantación. Plantaron los árboles de caucho demasiado juntos y fueron atacados por varias plagas, destruyendolos.
Envió a muchos de sus trabajadores americanos al sitio, estableciendo una especie de comunidad idilica americana en medio de la jungla. Contaba con planta de electricidad, hospital, biblioteca, campo de golf, hotel, hileras de casas blancas con techos de teja de dos aguas y muebles de rattan. Establecieron varios negocios: sastrería, carnicería, panadería, tiendas, restaurantes. Muchos de los americanos que llegaron al lugar murieron de enfermedades tropicales o enloquecieron.
Su idea era organizar una comunidad utópica de trabajo donde el tabaco y el alcohol estaban prohibidos. Por las prohibiciones establecidas se estableció la Isla de la inocencia a cinco km., un lugar lleno de bares, prostíbulos y casas de juego donde los trabajadores dejaban todos sus ingresos de la semana. Los trabajadores nativos no aceptaron el estilo de vida "americano" que Ford quiso imponer: cafetería que servía solo comida americana, vivir en casas estilo americano, asisitir a eventos como square dancing y lecturas de poesía, además de usar uniformes y brazaletes de identificación y trabajar horarios de 9 a 5 (en el peor calor del día). Finalmente se rebelaron y el ejército brasileño tuvo que entrar a reestablecer el orden.
Después de 3 años de fracasos, Ford refundó la ciudad en tierra más fértil. Belterra logró producir latex (nunca alcanzando las metas establecidas); pero en 1945 se descubrío el latex sintético y de la noche a la mañana despareció la demanda por caucho natural. Ford vendió los terrenos al gobierno de Brasil habiendo perdido más de 20 millones de dólares (200 milllones hoy).
Al leer esto sólo puedo pensar en tantas estrategias de crecimiento que pretenden imponer un modelo de producción y de desarrollo en lugares que ni remotamente son idóneos para ello. Cuántas veces pensamos que si una industria se establece en un país o una región esto generará fuentes de empleo y de ingreso, intercambio de tecnología, aumentos en la productividad, creación de un nicho de mercado, y si además se proveen servicios de calidad para la población, no se puede pedir más...
Supongo que ante estas tentaciones sólo hay que tener algo en mente:
Fordlandia.