domingo, 25 de julio de 2010

Caminos de la memoria

Ahora que estoy de regreso tratando de crearme una nueva cotidianeidad me llegan recuerdos extraños en cada esquina. Cosas y momentos que desde que sucedieron no había vuelto a pensar. La mayoría son intrascendentes, desde cómo eran los calcetines que usaba de niña, hasta otros emocionantes y dolorosos como ver a R saliendo del cine, o de cómo era la librería francesa y a qué sabía el pan cuando iba a comer con P.

Pero a pesar de esos delgados hilos de memoria que me atan a los lugares y a las esquinas, sigo sin sentirme de lleno aqui. Como si fuera todo hecho de memorias o de sueños y le faltara realidad. Y no sé como encontrarla.

1 comentario:

  1. Helen,
    No se puede vivir sin memoria pero sería un error querer vivir sólo de ella. A veces se me hace dificil darle el peso justo a los recuerdos. Creo que cuando te acabes de acomodar y el presente cobre fuerza, las memorias se van a ajustar.
    Me identifico en el tratar de encontrar quién eres, eres la de antes y la de hoy pero algunas veces parece que están en batalla... y me da ansiedad pensar en quién ganará. y creo que es una mala forma de verlo.
    por cierto, no hay tiempo perdido, en ese tiempo te he admirado mas.

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