Hoy busqué un correo en gmail y me topé con un par de mails de 2008 que me trajeron demasiados recuerdos... tantas posibilidades que se quedaron a medias, ese sentimiento de atracción y libertad que pocos meses después se encerró en una cueva (y no estoy segura aún que haya regresado). Invitaciones a ver las estrellas y a visitar SF y todo lo mande a volar. Supongo que esas son las apuestas que hacemos con el corazón, aunque al final se rompa. No puedo evitar entrar en un ciclo de "y si...?". A veces me gustaría tener 9 vidas. Tal vez más. O tal vez solamente volver a tener 26 o 28 años.