Todo empezó con un sueño sin mayor interés, hasta un poco superficial. Soñaba que organizaba una despedida de soltera para dos amigas, pero todo estaba saliendo mal, yo estaba estresada y no podía convivir con la gente que quería. Pero de repente estabamos como en una estación de trenes o más bien de camiones y yo caminaba sola por una sala de espera muy llena cuando un señor (típico mexicano: pantalón khaki, camisa como rojo quemado, gordo, con entradas en el pelo negro peinado hacia atrás) se me quedaba viendo muy intensamente, pelando los ojos. A mi me daba un poco de miedo y pretendía no haberlo visto, pero él me seguía viendo todo el tiempo; y al pasar frente a él me decía "a ti te va a pasar algo muy feo" y estiraba la mano como para agarrarme, yo me hacia de lado, por poco evitando que me alcanzara y gritaba (con una voz de pito que daba verguenza) que no me tocara.
Salí de la sala de espera al área principal de la terminal que estaba llena de gente pensando en a qué podría referirse y me daba vértigo la infinidad de posibilidades. En eso, otro señor un poco más delgado, me veía y me decía que yo estaba marcada o algo parecido. Salía corriendo y encontraba a una amiga. Le estaba contando lo que había pasado cuando volvía a pasar ese mismo señor. Yo me escondía detrás de ella y parecía que no me había visto cuando la volteaba a ver y le decía algo sobre el mal en el mundo o algo del estilo. Pero todo el tiempo él sabía que yo estaba allí. Que no me podía esconder.
Desperté sudando y con miedo a enfrentar el mundo.